Si Cristóbal Colón, hubiese tenido una esposa, habría tenido que oír:
-¿Y por qué tienes que ir tú? – ¿Y por qué no mandan a otro?¿ es que tú eres el más tonto? – ¡Todo lo ves redondo! ¿Estas loco o eres idiota? – ¡No conoces ni a mi familia y vas a descubrir el nuevo mundo! – ¿Qué escondes? ¡Ni siquiera
sabes adonde vas! – ¿Y sólo van a viajar hombres? ¿Quién se lo va a creer? ¿es que me crees tonta?-
Bueno ¿Y por qué no puedo ir yo si tú eres el jefe?…. Claro, ¡ a mí nunca me llevas de viaje! – ¡Desgraciado, ya no sabes qué inventar para estar fuera de casa! -
¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi madre!
¡Sinvergüenza! – ¿Y quién es esa tal María? ¿Qué Pinta? ¿Y dices que es una Niña?… ¡Vete a la ching!… ¡idiota! – ¡Todo lo tenías planeado, maldito!
Tu has quedado con esas indias. – ¡A mí me vas engañar!!
¿Que la Reina va a vender sus joyas para que tú viajes? ¿Acaso crees que me chupo el dedo o qué?…
¿Qué te traes con esa vieja? -
¡Tú no vas a ningún lado! ¡ siempre te las arreglas para dejarme sola! – Y además, ¿qué va a pasar si el mundo sigue plano?… Pues eso, nada…
Así que llámales y no te vistas que …
¡tú no vas!


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